Prefacio
Este trabajo se ha traducido utilizando IA. Agradecemos tus opiniones y comentarios: translation-feedback@oreilly.com
Las bases de datos de grafos y la ciencia de datos de grafos han alcanzado un nivel significativo de adopción. Se han utilizado ampliamente para una serie de casos de uso discretos, como la logística, las recomendaciones y la detección del fraude. Pero hay una tendencia emergente mayor a organizar los datos de una manera deliberada que permita una visión a escala a través de silos funcionales. La tecnología que sustenta esta tendencia se conoce como grafo de conocimiento.
Las fuerzas que hay detrás de esta tendencia son claras: las organizaciones ya no sufren escasez de datos. De hecho, en una era en la que el big data parece ser un problema resuelto (al menos desde el punto de vista del almacenamiento), muchas organizaciones están prácticamente ahogadas en datos. Abundan las anécdotas del sector sobre la ingestión de miles de tablas relacionales al día en un lago de datos, pero con la abundancia de datos llega el inesperado reto de qué hacer con ellos. Aquí es donde ayudan los gráficos de conocimiento.
Un grafo de conocimiento es una disposición intencionada de los datos, de modo que la información se contextualiza y se puede acceder a ella fácilmente. Los registros individuales se colocan en una red asociativa de relaciones que proporcionan una rica conectividad semántica y contexto. Esa red de relaciones -un grafo- es una forma increíblemente intuitiva ...