Es sabido que el campo de trabajo para innovar no tiene límites, podemos plantearnos innovar en cualquier campo y cosa que se nos ocurra. No hay actividad que ejerza el ser humano, o producto que diseñe, que no sea susceptible de mejora o de perfeccionamiento en tiempo presente. Sabemos además que los productos que utilizará la gente dentro de cien años no son los mismos que se utilizan hoy, o sea, que todo está por descubrir y crear. No hay excusa, por tanto, para no innovar. Ahora bien, quien quiera dedicarse a innovar, debe saber que no es tarea fácil. A la innovación hay que tenerle un gran respeto, y encararla siempre con humildad y dedicación. ...
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