Puntualidad y productividad

1. La puntualidad en el trabajo

La puntualidad ha de constituir para todos una irrenunciable exigencia ética. Nadie tiene derecho a hacer esperar a nadie: ni en un acto público, ni en una reunión, ni en una entrevista. Hay que ser puntuales, y a la vez exigir a los demás que lo sean. Directivos y empleados han de ser respetuosos con la hora de entrada a los centros de trabajo, y también con la de salida. Del mismo modo, las reuniones deben empezar a su hora y no terminar más allá de la que haya sido previamente fijada.

Muchos trabajadores sólo son puntuales en la hora de entrada cuando se ficha y este control da lugar ...

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