Capítulo 24. Dejar el trabajo
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Si dos ejecutivos amigos se reúnen para cenar, es probable que empiecen intercambiando opiniones sobre lo mal que están las cosas en el trabajo. Las iniciativas van con retraso, hay despidos por todas partes, el equipo está desorganizado. Luego se ríen y cambian de tema. A veces, uno de los ejecutivos no consigue cambiar de tema y sigue despotricando durante toda la comida. Tener problemas forma parte de ser ejecutivo, pero cuando eres ese segundo ejecutivo que no puede apagar la frustración, es hora de empezar a pensar en marcharse.
Dejar un puesto ejecutivo es mucho más complicado que dejar un puesto de colaborador individual, y tendrá un impacto significativo en el equipo y la empresa que te rodean. También es potencialmente impactante para tu currículum; a menudo hablo con ejecutivos que odian su trabajo pero no quieren dejarlo porque les preocupa que quede mal. "Si llego a los dos años, quedará muy bien".
La óptica es real y entiendo por qué la gente se deja atrapar por ella. Yo también me he dejado atrapar a veces por mi propia óptica. Dicho esto, cuanto más profundizo en mi propia carrera, más convencida estoy de que debemos pensar en las funciones de salida en el contexto de la gestión de nuestra propia energía.
En este capítulo, recorreremos:
Planificación de la sucesión antes de una transición
Tomar la decisión de marcharse ...
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