Tanto monta...Lecciones históricas sobre las decisiones de Fernando el Católico

Tiempo de ingratitudy traición

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La vida de un rey no tiene reposo. Cuando más transido de dolor estaba, este se vio incrementado con las dificultades que comenzaban a aflorar en mi propia casa. Mis relaciones con Felipe estaban casi rotas. La monarquía instaurada mediante el matrimonio de dos reyes había dado lugar a una unión de reinos, pero yo por derecho era ahora Fernando II, y tenía la titularidad de los Reinos que formaban la Corona del Casal d’Aragó y gobernador, en nombre y ausencia de mi hija, en Castilla. Si Felipe quería llamarse Rey de Castilla podía hacerlo, pero los poderes que podía tener dependían de la delegación que le otorgara su mujer, como en 1475 realizó Isabel conmigo una vez coronada Reina. Y yo actué de la ...