11. YA TENEMOS UN CULPABLE
Como coach de equipos, en muchas ocasiones me ha tocado interactuar con el típico líder del equipo de dirección —CEO, en este caso— que se dedica a tomar todas las decisiones. ¿Qué hace el resto del equipo? Las acepta de buen grado.
En este contexto, la reunión de equipo se convierte en un lugar de reporting donde el líder suele tomar la palabra el 80 % del tiempo. Mientras el director de turno «hace el examen», el resto juega a que está escuchando y hacen otra cosa hasta que les toque su turno para hablar. Por ende, la reunión es un espacio donde no se decide nada. Todos esperan que el líder lo haga.
El compromiso oculto que organiza al equipo se basa en una creencia básica: «Ya tenemos un culpable vitalicio y esto ...
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