¿Pueden bajar los impuestos?

No sólo pueden, sino que deberían hacerlo. Eso es lo que responde la mayoría de los ciudadanos cada vez que les preguntan. Y como los impuestos no han hecho más que subir, lo que es realmente paradójico en un sistema democrático que debería reflejar las preferencias populares, la explicación hay que buscarla en el funcionamiento de nuestra democracia en un doble sentido. Por un lado, porque los propios ciudadanos tenemos objetivos contradictorios: por ejemplo, no queremos pagar más impuestos, pero solemos querer más gasto público; como es evidente, no todos podremos lograr ambos objetivos al mismo tiempo. Por otro lado, en las democracias modernas el poder de las autoridades, los políticos, los burócratas ...

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