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Siempre ha habido clases (2400 a. C.)
En torno al 2400 a. C. el escriba Dua-Jeti decidió escribir para su hijo Pepi un texto con el objetivo de convencerle de las grandiosas ventajas que tendría para el muchacho seguir la profesión del progenitor. Para cumplir con su propósito, procuró de un lado ensalzar las ventajas de ser escriba; por otro, señaló los numerosísimos inconvenientes que tendría para el vástago optar por otra alternativa laboral. En todo el texto se maneja con destreza el principio de la alabanza y el menosprecio. Es más abundante, sin embargo, el segundo que la primera, pues la descalificación de cualquier otro tipo de trabajo tiene como meta desanimarle para que ni siquiera se plantee otra opción.
Entre las alabanzas del ...
