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La dirección por amenazas
En los últimos años, algunos autores han difundido la teoría de que los obreros que trabajaron en la construcción de las pirámides fueron voluntarios que, orgullosos de servir a su señor, estaban dispuestos a todo para colaborar. Incluso aparecen listados de los beneficios sociales –en forma de habitación, alimentos, vestidos, etc.– que recibirían esos abnegados ciudadanos. Todo esto sin excluir el prestigio social que conllevaba el narrar que uno había servido a la máxima dignidad del país. Parece, sin embargo, que las cosas fueron más complicadas. Para empezar, consta que los obreros que construyeron determinadas tumbas, como conocían los secretos de la construcción, vivían prisioneros, y al concluir el trabajo ...