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La fuerza de la superstición
El hombre es una criatura que ha nacido para vivir de rodillas. O lo hace delante de Dios o de cualquier cosa. Ese mismo concepto se ha expresado asegurando que cuando una persona deja de creer en Dios no es para no creer en nada, sino para creer en cualquier cosa.
Los egipcios, de forma corporativa, estaban más preocupados por el más allá que por el más acá. Muestra de ello es el interés por la construcción de las pirámides y otros enterramientos que esperaban los restos del finado, frente a las casas de adobe en las que se alojaban la mayoría de los habitantes del Egipto faraónico.
La fe en los dioses, o en Dios, en determinados entornos se ve irracionalmente complementada por la creencia en lo que hoy en ...