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Miedo a soñar: un lujo no permitido
Mar Cárdenas
1. Ilusión: ¿juego de niños?
¡Qué ilusión, ya han llegado! Te preguntarás: «¿qué?». Pues lo que he estado soñando durante 335 días: ¡mis vacaciones! Sol, playa, ese olor inconfundible a sardinas a la brasa y, cómo no, un delicioso tinto de verano. Ummh, perfecto momento para ir al chiringuito.
Son las 13.00 horas. Me calzo las chanclas, cojo la mochila y de camino voy chequeando el móvil. Aunque he conseguido desconectar, debo reconocer que revisar los mensajes y llamadas es algo instaurado en mí y lo hago por rutina. En ese momento suena «¡beep, beep!», inconfundible sonido de mensaje. Como si de una quinceañera se tratase pulso la tecla del buzón de correo y leo: «mensaje de Carlos». Puff, ...
