La marca de la felicidad

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La chispa de la vida

Si hay un punto de inflexión en el que la marca pasa a convertirse en algo mucho más que un simple refresco, es precisamente el momento en el que Coca-Cola decide dejar de hablar de su producto de manera egocéntrica. Hasta 1970 ya se había dicho todo sobre la Coca-Cola, desde su capacidad de refrescar y quitar la sed, hasta la manera de tomarla y los momentos apropiados para ello. Después de 90 años sin tocar la fórmula del producto y sin apenas haber modificado su envase, se podían decir pocas cosas nuevas de algo ya tan conocido. La publicidad es el arte de hacer que las cosas nuevas parezcan familiares y que familiares, sigan pareciendo nuevas, por lo que Coca-Cola, en aquel momento, se aplicó una regla no escrita ...