18. Afrontar el conflicto
¡Sorpresa! Cuando hablamos de equipos conflictivos nos referimos, en realidad, a aquellos equipos que no afrontan los conflictos, sino que los evitan y los difieren hasta que la propia evolución de las cosas –los hechos son tozudos– hace que estallen. Entonces se desata el sálvese quien pueda, el egoísmo, y las toxicidades anegan el equipo, el clima se resiente y el futuro se vuelve muy oscuro.
En cambio, demuestra la experiencia que, contra lo que pueda parecer intuitivamente, los equipos que funcionan bien son aquellos que sí afrontan sus conflictos. Lo hacen desde una sólida base de confianza que facilita el dejar de lado los egos para dar espacio al bien común, y así encarar el conflicto desde una óptica constructiva ...
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