Introducción
Mediada la década de los setenta comencé a labrarme mi futuro en la banca. En la Gran VÃa de Madrid habÃa varias academias especializadas en la enseñanza especÃfica sobre el sector; yo estudié en una de ellas. Aunque he de decir que muchas mañanas cambiaba mi presencia en la clase por un paseo por la cercana calle de Alcalá, donde se ubicaban buena parte de las sedes centrales de los bancos que entonces dominaban el mundo financiero en España. SentÃa una atracción especial por ver el ambiente que se respiraba en sus oficinas, me divertÃa ver a los antiguos botones en movimiento y envidiaba su trabajo, porque sabÃa que esa podÃa ser la forma de empezar. A veces me quedaba varios minutos en un rincón de aquellos ...