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Para lo bueno y para lo malo, somos personas
Ya hace mucho tiempo que el trabajo no consiste en aquello de «ganarás el pan con el sudor de tu frente». En primer lugar, porque las condiciones de trabajo son claramente más ergonómicas hoy en día en relación con la limpieza e higiene del puesto de trabajo, la temperatura, la iluminación, etc.
Pero más importante que eso: el trabajo ya no se concibe como un sacrificio (aunque obviamente requiere la realización de un esfuerzo físico y mental) o como la forma de ganarse la vida para recibir la compensación económica que nos permita pagar las facturas a fin de mes, sino como un espacio de realización personal.
El trabajo supone para la persona tener algo que hacer por la mañana al salir de casa, ...
