Jordi Sevilla siempre será recordado como el primer ministro que implantó la conciliación familiar en su departamento y, por ahora, el único. Él, padre adoptivo de tres niños, tuvo muy claro al llegar a Administraciones Públicas que necesitaba tiempo para sus hijos.
Jordi Sevilla y su mujer se encontraban en esa fase complicada, de «tiempo de espera», que es la adolescencia cuando le entrevisté. Dos de sus hijos estaban inmersos en ella y la pareja hacía frente, como podía, a los vaivenes filiales.
Este alto cargo socialista cuenta que sus tres hijos son de la Comunidad de Madrid y son hermanos biológicos de madre. Al primero lo adoptaron con ...
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