Prólogo
Durante los últimos años, he pasado entre 15 y 24 fines de semana al año visitando a desarrolladores de software de todo el país. Después de algo así como 25.000 conversaciones, me he convencido de tres cosas:
- Las aplicaciones web están en todas partes
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Es difícil imaginar la vida sin aplicaciones web. Hoy en día, hacemos nuestras operaciones bancarias por Internet. Reservamos hoteles y vacaciones por Internet utilizando aplicaciones web; hacemos la declaración de la renta por Internet en lo que ciertamente parece una aplicación; nos registramos por teléfono en Supercuts antes de llegar a nuestra cita utilizando lo que parece un simple formulario, pero que también es una aplicación. Las aplicaciones web están por todas partes.
- Los desarrolladores web se sienten completamente incapaces de construirlos
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Si hablas con personas que no son desarrolladores, te dirán que su amigo desarrollador es un genio que puede hacer cualquier cosa con un ordenador. Pero si dedicas tiempo a hablar directamente con los desarrolladores, descubrirás que ven el mundo de forma muy diferente.
Observan las aplicaciones web que consideran "reales" y las empresas que hay detrás de ellas, y se han convencido de que la gente que trabaja "allí" sabe cosas sobre la creación de aplicaciones web que nadie más sabe.
Están convencidos de que sólo pueden crear pequeñas aplicaciones, de que no saben lo que necesitan saber para hacer las cosas que darán lugar a aplicaciones web tremendamente populares.