Epílogo
Si has leído este libro en su totalidad, puede que estés pensando algo muy parecido a lo que me dijo un primer crítico: "Ahora tienes microservicios. Será un asco. En fin, ahora estás deprimido. Adiós".
En este libro me he centrado en los retos de los microservicios porque es la forma en que suelo abordar las cosas. Enfrentarme a los problemas es la razón por la que soy ingeniero de software, y el objetivo de este libro es ayudarte a tener éxito con los microservicios.
Aunque hay retos, también hay muchos aspectos positivos, y quiero centrarme en ellos aquí. Los microservicios son el enfoque adecuado en muchos casos, y cada vez son más fáciles de adoptar.
En este epílogo quiero explicar por qué pienso eso.
¿Por qué microservicios?
La gente lleva más de una década construyendo microservicios, lo que significa que tenemos mucha experiencia sobre cómo hacerlos de forma eficaz.
Son una opción generalizada, sugerida como una buena opción por la investigación sobre lo que constituye una organización tecnológica de alto rendimiento; encajan bien con el paso a equipos autónomos interfuncionales; y están respaldadas por el auge de un nuevo tipo de ingeniería de plataformas, centrada en reducir la carga cognitiva de los equipos de desarrollo y permitirles centrarse en aportar valor empresarial.
La importancia del flujo
Nos acercamos a una década de informes sobre el Estado de DevOps del equipo DORA, y más de 36.000 profesionales de la ingeniería de software han contribuido a este ...