Parte II. Estructura organizativa y cultura
Para tener éxito con los microservicios, necesitas hacer algo más que adoptar los patrones arquitectónicos. Hay consideraciones organizativas y culturales, y éstas son las primeras cosas en las que debes centrarte, porque si no consigues hacerlas bien, estarás asumiendo mucha complejidad adicional a cambio de no mucho beneficio.
Dado que hacer microservicios con éxito implica cambios en la organización y la cultura, te resultará muy difícil si no cuentas con el apoyo de los niveles más altos de tu dirección tecnológica. Eso empieza por la forma en que está estructurada la organización: La Ley de Conway dice que si la arquitectura del sistema y la arquitectura de la organización están enfrentadas, ganará la arquitectura de la organización.
Tienes que encontrar los límites adecuados dentro de tu estado, unos que minimicen las dependencias entre equipos. Los equipos deben poder avanzar sin tener que esperar a que otro equipo haga algo.
Eso significa crear una cultura organizativa que lo respalde: con equipos multifuncionales capacitados para trabajar de forma autónoma y centrados en un flujo rápido de valor empresarial.
Reducir la carga cognitiva de los equipos es clave para ello. Puedes ayudar a tus equipos de desarrollo de productos allanándoles el camino: proporcionándoles una vía directa y de autoservicio hacia la producción.