Las interrupciones pueden dar miedo. Son una de las cosas que diferencian a los sistemas embebidos del software de aplicación tradicional. Las interrupciones aparecen de la nada para cambiar el flujo del código. Sólo pueden llamar con seguridad a determinadas funciones (y normalmente no a las funciones de depuración). Las interrupciones tienen que ser rápidas, tan rápidas que son un trozo de código que aún se escribe ocasionalmente en lenguaje ensamblador. Y los fallos en las interrupciones suelen ser bastante difíciles de encontrar porque, por definición, se producen de forma asíncrona (fuera del flujo normal de ejecución).
Sin embargo, las interrupciones no son el hombre del saco que se ha hecho pasar por ellas. Si entiendes lo que ocurre cuando se produce una interrupción, descubrirás dónde pueden ser una parte útil de tu diseño de software.
Un pollo pulsa un botón
Considera las interrupciones como una máquina de Rube Goldberg1 con el objetivo de decirle a tu software que ha ocurrido algo fuera del flujo normal del código. Consideremos el pollo de la Figura 5-1.
Figura 5-1. Un pollo pulsa un botón que conduce a una cascada de acciones que terminan con el código en el bucle de eventos que realiza una acción
El pollo pulsa ...
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